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jueves, 31 de marzo de 2011

Y ahora, ¿en qué creo yo?

Uno de los pilares que sostenía mi vida y avivaba mi mayor sueño está empezando a derrumbarse.
Comenzó teniendo pequeñas grietas que con un poco de yeso fueron cerrándose, pero hoy se han vuelto a abrir esas grietas, y esta vez, son más profundas.
¿Cómo puede en 5 minutos perder una persona la ilusión por lo suyo? Pues muy fácil.
Con un simple disgusto pueden conseguir derrumbar incluso el pilar más fuerte.
Ángel González decía en uno de sus poemas que en el fracaso encontraba la fuerza para luchar contra todo. Benedetti nos decía en unos de sus poemas :
"No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo."

Yo no sé si rendirme o continuar, si buscar la fuerza o refugiarme en el fracaso... ahora no lo sé. Quizá deba esperar para tomar una decisión o quizá es una señal para cambiar el rumbo de mi vida.

¿Quién sabe?

Mañana será otro día, día de reflexión. Ahora no puedo tomar una decisión, me arrepentiría.

martes, 29 de marzo de 2011

Gracias.

Es increíble lo que pueden llegar a aportarte personas que conoces desde hace unos pocos meses.
Día a día me doy cuenta de la suerte que tengo de compartir tantas horas con gente tan maravillosa. Es muy bonito sentarte a hablar y sincerarte de una manera tan profunda, de implicarte en los problemas del prójimo y emocionarte con sus historias más bonitas.
Hoy me he dado cuenta del poder de las palabras. He sufrido con sus problemas como si fueran míos, he podido leer en sus ojos el dolor que le producían ciertas situaciones que vive día a día y me ha dolido a mí. He llorado lágrimas sinceras al oír su bonita historia de amor...
En fin, la vida me ha dado un regalo maravilloso una vez más y me ha llevado al lado de personas maravillosas con las que poder hablar de cualquier tema e implicarte con ellas.
La satisfacción de contar tus cosas y saber que te entienden, descubrir cómo son las personas y acercarte más a ellas.
Me encanta mi nueva vida, me encantan mis compañeros y me encanta tener años por delante para compartir con ellos.
Es una sensación de plenitud espiritual, de tener conversaciones con gente madura sobre cualquier tema y obtener respuestas sensatas a tus inquietudes.
Gracias compañeros por enseñarme día a día tantas cosas.