Un día más.

Un día más que se ha ido y un día menos para disfrutar de la vida.
La vida y la gente me ha ido enseñando a disfrutar cada día como si fuese el último y tras una época de desperdiciar horas valiosas en mi vida he decidido acabar con esta actitud.
Ya he acabado un segundo año en la Universidad, y aunque no ha sido el mejor, me ha servido de mucho tanto en lo académico como en lo personal.
Pero lo importante es lo que viene después, el verano, las vacaciones y el disfrute de horas y horas con mis amigos.
Un día más, un verano más me he dado cuenta de lo verdaderamente importante. Son muchos los amigos importantes que tengo en mi vida y los quiero con locura. Pero sin duda los más importantes de mi vida son los amigos del pueblo.
Un día más, después de mucho tiempo sin verles he vuelto a  pasar horas y horas con ellos y me han demostrado que siempre están ahí, que por mucho tiempo que pase nada ha cambiado, que son muchos los años que llevamos compartiendo, las horas y horas que nos tiramos juntos, las bromas, los pequeños enfados que poco después se borran, las fiestas y un largo etcétera de cosas que hemos compartido.
Y eso es lo que verdaderamente importa en mi vida, ellos como pieza fundamental en mi día a día y como parte más importante de mis vacaciones y tiempo libre. En cada descanso que tenga iré a verlos este año,  no dejaré que pase tanto tiempo como ahora.
No puedo olvidarme de ciertas personas que este año también han pasado a ser importantes para mí, Román, Jairo, Laura, Carmen, Sara T. , Sara O. , Darío... esa gente que ha sabido conquistarme, que me ha dado todo, con los que comparto el día a día en la facultad.
Un día más sigo disfrutando de los míos y de la vida, un día más ellos me lo han enseñado.

La importancia de ser uno mismo.

Hace mucho que no me paso por aquí. Muchas han sido las cosas que me han pasado durante todo este tiempo y muchos han sido los nervios que me han acompañado en este periodo.
He decidido aislarme un poco de todo este caos que me rodea y aprender a pensar en mí misma un poco más, en lo que necesito en cada  momento y concederme tiempo para pensar en lo realmente importante.
Y vuelvo con la pilas más cargadas que nunca.
He aprendido a valorar más a mis amigos, he pasado malos momentos, muchos enfados y discusiones. Pero lo verdaderamente importante es que todo eso se ha quedado atrás. La amistad ha prevalecido por encima de todo y creo que estamos más unidos que nunca.
En el plano académico ha sido un año bastante duro, pero nada que no pueda solucionarse.
He aprendido a valorarme mucho más a mí misma, me quiero mucho más y me siento muy fuerte y segura de mí misma. Sé que ahora puedo derribar todos los obstáculos que se me pongan por delante con fuerza, tesón y valentía. Aprendí que soy capaz de controlar mi carácter, cosa difícil porque lo tengo muy fuerte, y he aprendido a dejarme llevar.
Podría contaros las miles de aventuras que he vivido durante este tiempo, pero creo que se quedan en simples anécdotas y que lo verdaderamente importante es la moraleja de mis pequeñas historias.
Creo que el mejor consejo que podría daros ahora mismo es que os valoréis a vosotros mismos, que os queráis mucho y que os dediquéis un tiempo a vosotros, a vuestros hobbys, a pensar y a sonreír al día. Aunque sea un poco. Miraos a un espejo y sonreid, veréis lo fácil que es ser feliz y aprenderéis a sonreír a todas las horas del día.
Nadie os va a querer tanto como uno puede quererse a uno mismo.

2 decenas.

A tan solo unas horas de cumplir los 20 años los nervios están a flor de piel, la gente me pone. nerviosa con comentarios en el muro de mi facebook o tuenti diciendo que ya entro en la veintena.

Y es que los 20 años que mañana cumplo traen consigo muchos cambios, y no solo en cuanto a madurez.

Los 20 años traen consigo cosas como irme a vivir un año entero a Granada, estudiar en una universidad donde no conozco a nadie. Vivir en una ciudad donde todo me resultará extraño, vivir en un piso dependiendo de mí misma.

En definitiva. Los 20 años traen consigo el salto más grande de un año a otro.

Me hago adulta y es imposible cambiar el destino.

A las puertas de mis 20 primaveras.

Llevo unos días, demasiados, sin pasarme por aquí. Últimamente tengo el blog un poco abandonado, pero sé que me comprendéis y no me juzgáis por hacerlo.

A partir de hoy intentaré pasarme más a menudo, me obligaré a hacerlo porque también lo necesito.

Estoy atravesando una temporada bastante dura. Me encuentr muy inestable anímicamente, se me viene el mundo encima la mayoría de los días, estoy triste, malhumorada, pesimista, con ganas de llorar a todas horas y con ansiedad.

Son varios los motivos que me llevan a estar así y a necesitar evadirme de todo lo que me rodea, y eso he hecho estas vacaciones.

Me he regalado unos días aislada de todo lo que pueda alterarme. Me he dedicado a la mayor de mis pasiones, la lectura.

He disfrutado de los bellos paisajes de mi rinconcito, he respirado aire puro y he aprovechado cada minuto que he pasado con mi gente. Esos amigos que aunque pasen meses sin verlos siguen ahí, esos amigos de la infancia, que a día de hoy con casi 20 años que hago el martes, te hacen pensar que no ha pasado tiempo sin veros, esos amigos que te apoyan incondicionalmente, amigos de verdad.

Y esto me ha llevado a varias reflexiones sobre mi vida. A una semana de mis 20 años me he parado a pensar lo que supone cumplirlos.

Supone una mayor responsabilidad, supone una mayor madurez a la hora de enfrentar las cosas, ya soy una persona totalmente adulta y consciente del mundo que me rodea.

Quizás yo a mis 19 años ya tenía asumidos todos estos cargos propios de personas adultas y maduras, incluso a los 18 ya era totalmente consciente de lo que suponía una mayoría de edad y lo que podía pasar si la gestionaba de manera equivocada.

Sí que es verdad que desde temprana edad he manifestado más madurez que muchos de mis amigos, y yo era consciente de ello. Nunca fui de las que echaban balones fuera a la hora de afrontar un castigo y siempre hice verles a aquellos que me rodeaban las consecuencias de sus actos, así como a reflexionar sobre la vida.

Y hoy con mi vuelta a la rutina he comprobado que muy poca gente es consciente del mundo que le rodea y en que vive. Que sigue creyendo tener 16 años y vive sin responsabilidades ni consciencia de lo que hace, ni de las consecuencias que puede tener.

Espero que esto cambie pronto, porque no es precisamente el ejemplo que necesitan las nuevas generaciones. Ya están bastante desencantadas con el mundo que les rodea y carecen de interés por las cosas.

El poder de las personas.

Siempre me he preguntado el poder que pueden llegar a ejercer unas personas sobre otras.

Dicen que el amor cambia a las personas. Yo no entendía esta afirmación, hasta que lo comprobé. Siempre pensé que estamos dispuestos a todo por amor, pero dentro de unos límites. Seríamos capaces de cambiar hábitos como dejar de fumar o hacer más deporte por nuestra pareja, ser más flexibles con los gustos de la persona con la que compartimos nuestra vida. Pero nunca pensé que llegase a cambiarte de personalidad.

Hay personas alegres que te contagian su alegría aunque seas muy muy pesimista, hay personas fuertes con las que te sientes protegida y hay personas inestables que son capaces de desestabilizar a la persona más fuerte.

He llegado a comprobar esto y no es nada agradable.

Una persona fuerte, valiente y con las ideas claras se enamoró perdidamente de alguien inestable. Una persona seria y rara. Poco transparente, nunca estás seguro de por donde te va a salir.

Es extraño y poco agradable. Nunca creí que la cambiarían como lo han hecho. Se ha vuelto agresiva cuando nunca lo había sido. Está triste continuamente. Se contagia de las inestabilidades de su pareja y es antipática con sus amigas y amigos.

Yo no quiero que me cambien para mal. Pienso que los cambios son evolución y que tenemos que ir a mejor.

¿Y ahora qué hago con mi amiga? He pensado en decir cómo me siento cuando la veo así. Que no me gusta, me entristece verla mal. Siempre me ha gustado escucharla, aprendíamos mucho la una de la otra, pero ahora se vuelve pesado e incluso llega a afectarme. Tengo miedo que se tome mal las verdades, que se enfade conmigo...

Pero como amiga me siento en la obligación de hacerlo al igual que me gustaría que ella lo hiciese si pasase algún día conmigo.

Nuevas expectativas.

Hace tiempo que no entro por aquí, por falta de tiempo y por razones varias personales que me han mantenido unos días bastante alejada del mundo.

En estos días me he estado planteando muchísimas cosas. Quizá huir de los problemas no sea la mejor de las soluciones, pero puede ser una.

En esos momentos de impotencia donde todo te agobia, donde la moral está por los suelos y los que te deberían dar consejo lo único que hacen es hundirte más tomas decisiones importantes.

Yo ya he estado meditando, y en varios meses empezaré un cambio radical de mi vida.

Hace unos meses me había planteado hacer un año de carrera fuera de España con las becas Erasmus.

Ahora mis planes son otros. Este año nos iremos dos amigas y yo al sur de España. A la bonita Granada a vivir todo el año, si las cosas salen bien. Y al año siguiente toca la beca Erasmus.

Llega un momento en que tenemos que volar del nido para hacer una vida distinta.

Después de una mala racha, de solo tener desgracias, de personas que se dedican únicamente a sacarme de mis casillas me he planteado esta solución. Ya no solo por no aguantar y dejar todo esto atrás, sino por mi salud mental.

Necesito nuevos aires, nuevas metas, nuevos planes que me hagan mantener la ilusión por seguir con todo esto que siento estar perdiendo.

Quizá muchos piensen que es una perreta de niña pero no lo es.

Necesito renovarme, conocer mis límites y mi valía y aprender a vivir sola, con mis medios. Madurar lo poco que me falta para sentirme como una verdadera adulta.

He decidido ser egoísta y pensar en mí misma. Ya me cansé de pensar en los demás y ser siempre la última en mis pensamientos. Ya me cansé de dar siempre sin nada a cambio. De ayudar a la gente antes de pensar en mí.

Nuevos aires que me renueven y me limpien todos los malos pensamientos que tengo dentro y sacar todo lo malo.

Quizá luego vengan más problemas, o quizá no. Nunca se sabe. Es lo bonito del riesgo.

Patio de colegio.

Esta entrada la voy a dedicar a una polémica que hay en la actualidad.

Voy a hacerla desde un punto de vista crítico y reflexionando sobre el asunto.

Hace días Contador fue condenado a dos años de suspensión por dar positivo en una sustancia dopante. El ciclista comentó que se lo habían echado en un filete, que no había consumido nada.

En la televisión francesa aprovechando esta polémica se hizo un sketch diciendo que los españoles "no ganaban por casualidad".

Y como en España somos así, dedicamos horas y horas a criticar a los franceses por este corto cómico.

Pues bien, siendo coherente y razonable, dejando a un lado mi amor por Francia, me he puesto a analizar la situación.

Estamos pasando por una crisis económica bastante fuerte, en España la cifra de parados supera los 5 millones, en Grecia hay revueltas muy fuertes debido a la crisis, ¿y qué hacemos los españoles? Pelearnos con los franceses por la broma que hicieron, enorgullecernos de títulos deportivos y no por su cultura y ciencia.

En Francia nacieron los hermanos Lumière, el científico Louis Pasteur. Es el país con más premios nobel (14) y cosecha grandes éxitos en arte con pintores como Poussin o Delacroix.

No estoy desprestigiando, ni mucho menos, a España. Tenemos grandes pintores como Velázquez o Picasso, y grandes escritores como Cervantes. Pero me gustaría que nos dejásemos de peleas de patio de colegio, de perder el tiempo en pensar un discurso para contestar a las bromas (aunque sean de mal gusto) y pensar en lo verdaderamente importante. Dejarnos de "correveidiles" e intentar solucionar los "verdaderos problemas".

Los españoles nos pasamos la vida haciendo sketch mofándonos de costumbres o lenguas extranjeras. Sobre todo de los italianos diciendo que sabemos hablar italiano, solo hay que acabar las palabras en "-ini", o que sabemos francés acabándolo todo en "-é".

Sin duda vivimos en una sociedad sin consciencia de lo importante.

Non, rien de rien.

El título de mi entrada de hoy es un verso de una canción de Édith Piaf. Una gran cantautora francesa y una de mis favoritas.

Son muchas las horas que me paso escuchando sus canciones y muchos son los mensajes que sus letras me transmiten.

Hay una película que cuenta la vida de Édith y ya me la sé de memoria de tantas veces que la he visto. La recomiendo a quien quiera verla, se titula "La vida en rosa".

Es admirable la capacidad de lucha que puede llegar a tener una persona con tal de enfrentar y vencer una enfermedad por seguir su sueño.

Édith es un ejemplo de lucha y a mí me ha emocionado.

Pasamos muchos días de nuestra vida lamentándonos de nuestros errores y de cosas que "no deberíamos haber hecho".

Algún amor que nos ha hecho daño, alguna decisión que hemos tomado y el resultado no ha sido el esperado, el haber entregado tu confianza a una persona que después la ha roto... y así una larga lista de pensamientos negativos que invaden nuestra mente.

Pues ¿sabéis? Como dice Édith Piaf "Je ne regrette rien" ("Yo no lamento nada").

Son muchas las cosas ya vividas con 19 años, aunque pocas comparado con lo que me queda por vivir y no lamento nada de lo vivido.

No lamento nada por el simple hecho de que lo bueno y lo malo que me ha pasado, me ha hecho ser como soy.

Lo bueno me ha aportado algo, lo malo me ha hecho rectificar y aprender de los errores. El primer amor me ha enseñado a sentir algo diferente y a querer de otra manera, y me ha enseñado la magia del amor puro e inocente, a ser responsable y a saber actuar cuando las dos personas sienten lo mismo.

Las tristezas me han fortalecido y las alegrías me han confortado. Las desilusiones me enseñaron a desconfiar un poco más y a elegir bien mis confidentes.

Y así soy yo, gracias a todo lo vivido.

"Non, rien de rien "No , nada de nada

Non, je ne regrette rien Yo, no lamento nada

Ni le bien qu'on m'a fait, ni le mal Ni el bien, ni el mal que me han hecho

Tout ça m'est bien égal Todo me da igual

Non, rien de rien No, nada de nada

Non, je ne regrette rien No, yo no lamento nada

C'est payé, balayé, oublié Está pagado, barrido, olvidado

Je me fous du passé " Me importa un bledo el pasado"

Todo tiene su fin.

Animada por una gran persona me decidí a participar en un concurso de blogs.

No esperaba ningún éxito ni ganar, tampoco aspiraba a ello.

Me interesaba conocer todo tipo de blogs, diferentes manera de organización, de expresión, de estética de blogs y aprender de todos ellos.

Poco a poco he ido descubriendo a grandes bloggers, además de grandes personas. Nuevas amistades en facebook que han sabido ocupar muchas horas de mis días y que me han aportado cosas maravillosas.

Esos grupos de bloggers donde nos reuníamos para comentar nuevas entradas, para pedir consejo, para hablar de todo, para ayudarnos a acabar con "tramposillos" y denunciar las cosas injuntas que se hacían.

Soy una de las benjaminas del grupo, y quizá yo no haya aportado tanto como ellos, ni haya podido enseñarles muchas cosas de las que sé.

Este mes de enero y parte de diciembre he estado un poco perdida, todo el día estudiando. Pero siempre he saco un hueco para ir leyendo poco a poco sus nuevas entradas.

El otro día en clase el profesor nos ha enseñado que el lenguaje literario se da por relaciones que se han establecido antes. Y esas relaciones son las experiencias.

Esta experiencia ha sido maravillosa para mí. Dejando al lado si he conseguido más o menos votos, lo verdaderamente importante ha sido esto.

Gracias por todo lo que me habéis aportado y enseñado.

Sólo espero que los grupos en los que participo y que las amistades que hemos hecho no se pierdan.

Sois increíbles.

Incongruencias.

Inspirada por la actualización de uno de los blogs que sigo, me he puesto a hacer esta entrada.

Quizá seamos un poco incongruentes pensando que, en este mundo que vemos a través de una pantalla, estamos más seguros y protegidos a la hora de expresarnos.

Pensamos que no teniendo cara a cara una persona o un grupo de personas con el que compartir gustos, aficiones o pensamientos se nos hace más fácil. Y así es, al menos a mí me cuesta menos expresar ciertos pensamientos en este espacio que con mis compañeros.

Pero en realidad al otro lado de la pantalla puede haber cientos, miles y millones de personas que nos lean a diario, conociéndonos así un poco más.

También aprendemos y nos sorprendemos, positiva o negativamente, con los gustos de las demás personas. Descubrimos que coincidimos en gustos musicales, libros o arte.

Y conocemos a las personas de una manera distinta a la que vemos a diario.

Y sí, muchos se han sorprendido con mi manera de ver el mundo y sabiendo cómo soy realmente. Puede que no sea lo más común en una chica de 19 años. Mis inquietudes y gustos, serán seguramente distintos a los cánones impuestos en esta sociedad. Quizá no me muestre con claridad a diario con la gente que comparte mi tiempo y aquí me exprese libremente sin pensar en las consecuencias. Creo que también es por el miedo a caer mal y por el respeto que la gente te impone al hablar de ciertos temas.

De una manera u otra, este medio no nos protege en absoluto. ¿Es algo positivo o negativo?

Pienso que hay un poco de cada cosa. Positivo porque la gente se libera, tiene menos miedo a expresarse y conoce otros ámbitos culturales o sociales que antes desconocía , y aprende así nuevas cosas.

Y negativamente en cuanto a que estamos desprotegidos. Nuestra vida está en un espacio virtual que visitan miles de personas, llegando incluso a perder un trabajo porque investigan en tu Facebook.

Héroe.

Hay momentos en que perdemos la confianza en nosotros mismos, nos sentimos mal en todo momento y creemos que no podremos con los retos que la vida nos propone.

Este sentimiento hace que tengamos ganas de abandonarlo todo, hasta nuestros sueños más deseados. Esos por los que luchamos día a día y encaminamos nuestra vida a ese futuro deseado.

Sé de lo que hablo. En estos periodos de exámenes los estudiantes estamos agobiados, absorbidos y rodeados de apuntes. Los suspensos merman nuestros sueños y hacen que nos deprimamos embargados por el sentimiento de no servir para esto.

Sé de lo que hablo. Muchas veces estos tropiezos nos hacen olvidar que lo importante es luchar. Y soy la primera que se hunde ante una situación así después de un gran esfuerzo invertido.

Aunque no sólo en la vida estudiantil surgen estos pensamientos. En la vida cotidiana también los desánimos llenan la rutina.

De aquellos que buscan trabajo y se pasan sus días haciendo entrevistas para al final no ser escogidos. De los que preparan oposiciones y al final no consiguen aprobarlas. De esos que luchan por conseguir su sueño y ganan los que hacen trampas. Los "enchufes" entre amigos o demás pequeñas trampas que la gente hace por conseguir un premio.

Hay una canción de Mariah Carey que ilustra un poco todo esto. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde pero en estos malos momentos ni siquiera pensamos en la esperanza de seguir luchando por lograr lo que queremos.

En unos versos de esta canción dice:

"[...] The lord knows / dreams are hard to follow, / but don't let anyone tear them away. / Hold on, there will be tomorrow, / win time / you'll find the way.

And then a hero comes along/ with the strength to carry on, / and you cast your fears aside, / and you know you can survive.

So when you feel like hope is gone, / look inside you and be strong/ and you'll finally see he truth/ thaht hero lies in you / that hero lies in... you."

" [...] El señor sabe / que los sueños son difíciles de alcanzar/ pero no dejes que nadie te los quite. /Espera, habrá un mañana / gana tiempo / encontrarás el camino.

Y luego un héroe vendrá / con la fuerza para continuar / y te liberarás de tus miedos / y sabes que puedes sobrevivir.

Entonces cuando sientas que no hay esperanza / mira dentro tuyo y sé fuerte / y finalmente verás la verdad, / que un héroe reside en tí, / que un hério reside en ... tí."

No perdamos la esperanza. Como dicen los franceses " Vouloir es pouvoir" (Querer es poder).

7 de enero de 2012.

Me he parado a pensar si este será el año definitivo. Si supondrá el fin de todo lo malo.

El año 2011 ha sido bastante duro en el terreno personal. Quizá demasiado. Pero aún así las cosas positivas han ganado a las negativas.

¿Sabéis? Me he puesto a escuchar música de piano (una de mis favoritas), he cerrado los ojos y las imágenes han venido solas a mi cabeza.

El año 2011 comenzó con mis amigos de toda la vida. Los amigos del pueblo que ves pocas veces al año pero, que sin duda, son los que siempre están ahí para todo.

Después vino un duro golpe, con el que convivimos meses y cuando se estaba ya casi arreglando llegó el segundo.

Ya no sufría por mí, sufría más por los seres a los que quiero que estaban pasando momentos muy duros.

Los exámenes de enero estaban superados y la segunda parte del curso empezaba. Lucha estudiantil. Increíble la unión de los compañeros. Me llevó a conocer a nuevas personas que son increíbles.

Mis compañeros, ya amigos. Personas muy especiales para mí que han estado apoyándome en todo, que me ayudan, me cuidan, me quieren y me riñen si es necesario.

Gente que comparte tus gustos, con los que hablar de todo, con los que no me aburro nunca, los que echo de menos y la razón de que me levante con fuerza y una sonrisa para afrontar la rutina universitaria.

Además de mis compañeros otras personas del ámbito universitario han depositado en mí mucha confianza. Me han ayudado mucho sin tener por qué hacerlo y estaré eternamente agradecida.

Recordando todo esto acompañado de una lenta y armoniosa melodía a piano las lágrimas se deslizan por mis mejillas.

La suerte que tengo es inmensa, y por eso mi propósito para este nuevo año es acabar con todo pensamiento malo. Sólo preocuparme por lo verdaderamente importante.

Por estar para ellos en todo momento, por ver recompensada esa confianza, por tener la suerte de compartir momentos maravillosos con mi gente. Por las nuevas amistades, las nuevas metas y por mi mejor amiga.

Por todo esto gracias a la vida. Prometo centrarme solo en esto. En cuidarlo y mantenerlo. Dicen que nada es para siempre. Yo quiero intentarlo y romper la regla con vosotros.

Por vivir más momentos maravillosos con la gente que me acompaña todos los días.