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viernes, 23 de julio de 2010

Bienes.

"No es más feliz quien más tiene, si no quien menos necesita".
Es la frase más profunda que he escuchado últimamente. Y es que no se para de decir que el dinero no da la felicidad, pero ¡qué bien les vendría a los niños pobres un poquito de dinero!
Y es que el mundo está muy mal repartido. Los ricos tienen mucho y los pobres tienen poco. El egoísmo llega a tal punto que cuanto más tenemos más queremos mientras quitamos los pocos recursos que tienen a la gente más desfavorecida.
Lo peor del ser humano es que cuando ve a esa gente por la calle la mira con asco, se aparta de ella en vez de ayudarles, llevarles a un sitio donde puedan ayudarles y todo porque asociamos esa gente a la mala vida.
Es como los inmigrantes. Todo el mundo mira a los inmigrantes con desprecio, les echamos la culpa de la falta de trabajo diciendo que vienen a quitar el trabajo a la gente y el dinero. Lo que ellos hacen es ir a un nuevo país para mejorar su vida puesto que en el suyo no hay esa posibilidad. Mandar dinero a su familia que se ha quedado en su país de origen y realizar trabajos que muchos de aquí no quieren realizar por ser muy duros.
Párense a pensar que hace muchos años, un día los españoles también estábamos mal económicamente y tuvimos que emigrar a otro país (Argentina, Cuba...) para buscar una mejor vida y ahorrar dinero.
La situación económica de países como Cuba viene provocada por actitudes nuestras en otras épocas.
Parémonos a pensar antes de juzgar a las personas. Ellos no son los culpables de la situación en la que estamos envueltos. Es culpa de los capitalistas que sólo buscan enriquecerse un poco más y explotar a sus trabajadores por un mísero sueldo que no recompensa el trabajo realizado.

sábado, 17 de julio de 2010

Sensibilidad.

¿Es malo ser sensible?
A veces nos hacemos los duros sólo por lo que piensa la gente. ¿Qué hay de malo en llorar y que te vean? ¿Qué hay de malo emocionarse con una poesía bonita que refleje lo que sientes? ¿Por qué no puedo darle a alguien el abrazo que siento que quiero dar en ese momento?
Vivimos condicionando nuestras sensaciones y sentimientos a lo que piense la gente. Sobre todo los hombres, que no lloran porque la gente dice que los hombres no lloran.
¿Pues sabéis qué? Que a mí me encanta mostrar mis sentimientos, llorar o reír cuando tenga ganas. Mucho tiempo me escondí tras una coraza para hacerme la fuerte y ocultar que las cosas me afectaban, que quería llorar o reír... y ya me cansé. Voy a ser yo misma sin importar el qué dirán o lo que piensen.
Hay que mostrarse tal y como es cada uno, mostrar lo que sentimos en cada momento, llorar las lágrimas más sinceras, reír con la mayor naturalidad del mundo, gritar si lo necesitamos en ese momento.
Liberarse de las presiones y vivir la vida tal y como nos apetece.

miércoles, 14 de julio de 2010

Me gusta...

Me gusta estirarme al levantarme, me gusta el cola-cao para desayunar, me gusta hacer reir a la gente, me gusta sonreir a todas horas, me gusta ver las estrellas y buscar las constelaciones, me gusta hacer deporte, me gusta disfrutar de los paisajes de mi tierra, me gusta recordarles a todas horas que los quiero con locura, me gusta recordarles que son lo más especial que conocí en mi vida, me gusta agradecerles la ayuda que me brindaron, me gusta luchar por nuestra amistad, me gusta defender a mi gente, me gusta ayudar a la gente, me gusta resolver mis propios problemas, me gusta abrazar a mi gente,me gusta dar y recibir cariño, me gusta ser protectora y cuidar de la gente que quiero, me gusta saber de todo, me gusta leer a todas horas, me gusta hablar a todas horas, me gusta hacer fotos, me gusta ver las nubes moverse, me gusta aprender de cada persona, me gusta escuchar, me gusta que todo el mundo esté alegre, me gusta la gente sincera, me gusta tener valores, me gusta apoyar a mis amigos, me gusta la música, me gusta la historia, me gusta enseñar lo que creo que está bien, me gusta estar con mi familia, me gusta disfrutar de mi gente día a día, me gusta la playa, la montaña, respirar aire fresco enchada en un prado, me gusta pensar para centrar mi vida, me gusta tener un futuro forjado, me gusta pensar antes de hablar y actuar, me gusta disfrutar de las pequeñas cosas...
Me gustan tantas cosas... ¿y sabéis por qué me gusta todo esto? Porque forma parte de la vida y de como soy. Por eso me gusta.

sábado, 10 de julio de 2010

¿Quién soy?

Soy una chica morena, ojos marrones, pelo negro, de constitución delgada. Me encanta el deporte, pues soy una chica activa que le gusta estar haciendo algo siempre.
En cuanto a carácter soy una chica extrovertida, aunque me dan vergüenza bastantes cosas Me considero simpática y que caigo bien a la gente. Divertida, pues quiero que a mi alrededor todos se lo pasen bien. A veces soy algo payasa, con tal de hacer reír soy la primera en hacer el tonto.
Soy complicada de entender, pues incluso yo misma a veces no me entiendo. Soy amiga de mis amigos, me encanta escuchar a la gente, siempre y cuando las conversaciones me aporten algo, si son conversaciones idiotas corto rápido el diálogo.
No me considero inteligente, me considero culta, ya que me paso las horas leyendo e interesándome por las cosas que ocurren a mi alrededor.
Tengo un carácter fuerte, pero no suelo sacarlo. Soy muy visceral. Me entrego muchísimo cuando una persona creo que merece la pena, y me he llevado muchos golpes con gente que no me lo esperaba, pero así es la vida. Algo tenía que aprender.
Soy una chica alegre y no me gusta ver a nadie mal a mi alrededor. Cuando la gente que aprecio sonríe mi sonrisa se hace mucho más grande. Soy una persona sensible, aunque no me gusta demostrarlo, me pongo una coraza para parecer fuerte y en realidad las cosas me afectan muchísimo.
Soy curiosa, me encanta saberlo todo, y aprender de todo un poco.
Creo que tengo muchísimos defectos, e intento corregirlos. Hablo a veces cuando no debo, digo muchas cosas sin pensar, me entrego demasiado a la gente, y a veces de buena llego a ser tonta. Tengo muchísimos defectos más, pero no voy a enumerarlos porque no tendría sitio para ponerlos todos.
¿Sabéis? Yo nunca me he valorado quizá como merezco, pero he aprendido a hacerlo. Yo soy así, y ahora que lo pienso no está tan mal.

viernes, 9 de julio de 2010

¿Por qué?

Nos pasamos la vida entera preguntándonos el por qué de todo lo que nos ocurre o sobre lo que les ocurre a los demás.
¿Por qué soy así? ¿Por qué suspendo un examen? ¿Por qué todo me pasa a mí? ¿Por qué a él/ella le sale todo bien?(al menos a nosotros nos parece que es así), y un montón más de preguntas que inundan nuestros pensamientos.
¿Sabéis la respuesta a todas esas preguntas? Somos así porque es el mejor regalo que la vida podía hacernos, para aprender a aceptarnos a nosotros mismos. Suspendemos un examen para demostrar en el siguiente que las buenas notas están a nuestro alcance. Tenemos malas rachas, como todo el mundo, porque la vida quiere ponernos a prueba, para ayudarnos a madurar, para aprender un poco más de la vida y de las personas que nos rodean e ir creciendo como persona día a día. No es que a las demás personas les salga todo bien, es que uno cree que a que le sale todo mal y al otro todo bien. Es sólo una ilusión de nuestra mente que hace ver que lo de los demás es mejor. Claro que alguna vez otros tienen la buena suerte de su cara, pero nosotros ya la tendremos.
Aceptemos lo que nos venga, aprendamos de los problemas y vivamos la vida con la mayor de las alegrías.

jueves, 8 de julio de 2010

Personas.

Hay muchos tipos de personas. Las hay que te producen indiferencia, las hay que te causan gracia, las hay que consiguen hacerte llorar de emoción con palabras plenas de sentimientos, y por último, están las personas que marcan tu vida.
Esas personas son las que merecen tu cariño, que te preocupes por ellas, que les regales una sonrisa, que inunden tus recuerdos...
Yo, a lo largo de mi escasa vida, he conocido muchísima gente. Las tengo a ellas, a mis 4 niñas, que son lo mejor que me podía haber pasado en la vida.
La tengo a ella, a la persona más especial que nunca pensé conocer. Me entiende sólo por mis gestos, por mi mirada o por la manera de sonreír.
Las conocí a ellas, a quienes nunca pensé querer tanto ni que sentiría esta necesidad de agradecerles todo, puesto que gracias a ellas hoy estoy aquí. Ellas que me transmitieron mucho más que un simple temario.
Le conocí a él, al filósofo más grande que vi nunca. Ese hombre tan sabio que inunda de valores y principios sus palabras. Sus discursos son pura sabiduría y enseñanza.
Esas son las personas que han marcado mi vida.
Está bien que alguien te haga gracia o te emocione porque sus palabras estén llenas de sentimiento. Pero yo sé que ellas estarán conmigo porque han marcado mi vida.
Sé que nunca olvidaré lo que han hecho por mí y las palabras que me han dedicado. Los recuerdos fluirán por mi mente y se instalarán en el corazón.
Porque las personas que marcan tu vida, ya sean amigas o las personas especiales que tienes a tu lado, se merecen eso y mucho más.
No se debe confiar en aquellos que te hagan reír solamente, piensa en quienes son de verdad la gente buena y la que merece atención, porque son los que de verdad te transmitirán la felicidad más bella y pura, te sacarán la sonrisa más bonita, te sacarán las lágrimas más verdaderas y te robarán un pedacito de corazón.

martes, 6 de julio de 2010

Suerte.

Yo no soy supersticiosa. No creía en eso de tener suerte o estar gafado, pero la vida día a día me está haciendo cambiar de opinión.
Y es que tengo las mejores personas a mi lado que jamás pensé conocer. No tengo ninguna enfermedad que me impida ejercer vida normal, tengo familia, casa, dinero, comida, y medios para poder vivir en buenas condiciones.
Tengo la suerte de haber compartido preciosos momentos con gente maravillosa. He podido conocer otros países, otras culturas. Voy a empezar a la universidad...
¿Qué más puedo pedir?
La vida me lo ha dado todo, y sin embargo, yo me paso muchísimo tiempo lamentándome por tonterías, por si me enfado con uno, si discuto con otro, si no tengo lo que quiero, si suspendo un examen... con todo eso pierdo un valioso tiempo lamentándome por tonterías que, al fin y al cabo, no me llevan a ningún sitio.
Debo aprender que la vida me pone a prueba, me pone obstáculos para aprender a salir de nuevas situaciones, para madurar con los problemas que se me planteen y para enseñarme que la felicidad está en las pequeñas cosas que nos da la vida.
Que hay que disfrutar de cada minuto del mejor regalo que nos podían haber hecho nunca, la vida.

domingo, 4 de julio de 2010

Tiempo.

¿Qué es el tiempo?
La RAE lo define como: "Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro."
El tiempo es un condicionante de nuestras vidas. Vivimos el tiempo presente mirando al tiempo pasado, y soñando con mejorar el tiempo futuro.
¿Alguna vez se olvida el tiempo para disfrutar como la vida lo merece?
Medimos las relaciones en días, meses o años, medimos las actividades que realizamos en segundos, minutos u horas... vivimos condicionados a movernos en función de una máquina y de un tic-tac que mueve al mundo, a diferente horario, pero que nos sume a todos en una realidad sometida a horarios.
Vivamos sin miedo, sin condicionarnos por los años, ya sean muchos o pocos, sin pensar en lo que hemos vivido antes o en lo que podamos vivir después. Despojémonos de la presión que ejercen sobre nosotros los horarios y vivamos el presente sin pensar en el tiempo que nos queda.

jueves, 1 de julio de 2010

Madurez.

¿Qué es la madurez? Es ese estado de plenitud mental en el que nuestra cabeza se centra en las cosas importante, la responsabilidad es total, dejamos de pensar en cosas sin importancia para forjarnos un futuro, se muestran ideales interesantes y con sentido, razonados previamente.
¿Cuándo se alcanza? Es impredecible. Unos la alcanzan antes que otros, pero creo que a los 18 años es una buena edad para centrarse.
Es una edad en la que somos mayores de edad, las responsabilidades crecen, somos adultos y es suficiente para centrar tu cabeza y dejar las tonterías de niños de colegio.
Está bien no perder el niño que llevamos dentro, pero en cierta medida. De pequeños nos peleábamos por cualquier tontería y nos chinchábamos unos a otros. Ahora no estamos en condiciones morales de hacer esas cosas. Es necesario enfrentar los problemas frente a frente y hablar las cosas, nada de tonterías de ahora me enfado.
Dejemos de huir de los problemas, de pasar rumores sin fundamento, de creernos el centro del universo y ¡MADUREMOS!
Cuidemos a las amistades importantes, cuidémonos nosotros mismos, pensemos antes de hablar y actuar, forjemos un futuro adecuado a nuestras capacidades y aspiraciones y dejemos los juegos de niños a quienes les corresponde.