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jueves, 30 de septiembre de 2010

Satisfacción.

Estoy feliz. Sí, no puedo esconderlo.
Tras una mala temporada, (que más de uno ha vivido conmigo) ha llegado mi momento. Podría decirse que el cambio de decisión, ése que me ha llevado por el camino de las palabras, los idiomas, las culturas... ha sido más acertado de lo que esperaba.
El primer día nos han dicho una frase, y me quedo con ella. Quizá sea un poco pronto para aplicarla, pero ahora mismo siento eso.
Y es que esta carrera (ahora viene la frase) "es como imaginé, inimaginable..."
Así es, cada día ésto me gusta más. Es una satisfacción personal muy grande que un profesor te dé una clase entera en francés, y tú lo entiendas como si fuese tu idioma natural, del día a día.
O aprender mis primeras palabras en alemán, "hallo, ich bin Anaïs", o la vida de universitaria, la responsabilidad de saber que ahora todo depende de uno mismo, las nuevas amigas con las que pasas horas y te hablan como si te conociesen de toda la vida y en realidad las conoces de hace 4 días... no sé, todo está bien en mi vida.
Me falta una de mis niñas, que está cumpliendo su sueño en León, pero estoy orgullosa de ella, y eso me hace más feliz aún...
Se puede decir que algo echo de menos. El insti y estar con los míos a todas horas, a pesar de los "problemillas" que tuve allí, lo echo de menos...
No todo puede ser perfecto, quizá si tuviese a los míos a diario conmigo y compartiese más horas con ellos todo sería mejor aún, pero la verdad no me puedo quejar.
Todo es casi perfecto y estoy feliz.

martes, 28 de septiembre de 2010

Rutina.

Comienza la rutina.
Tras un relajado y descansado verano llega septiembre con las clases y todo lo que ello conlleva.
Este año quizá sea un poco especial, comienza la universidad, estamos construyendo el pilar que sujetará la estructura que construimos para tener un buen futuro.
La verdad que a uno no le importa madrugar cuando hace lo que le gusta. Y en ese punto estoy yo.
Supongo que todo se hace más llevadero si haces lo que te gusta. Yo hasta el día antes de empezar estaba insegura. Había abandonado el sueño de toda la vida para empezar la senda de los idiomas, y cada día que pasa estoy más contenta de haber escogido esta dirección.
¿Quién iba a pensar que Anaís se centraría de una vez por todas? Jaja, parece imposible que Anaís esté contenta con algo, que esté centrada, que tenga ganas de trabajar, estudiar, ir a clase...
La verdad es que hasta yo estoy sorprendida. Presentía que esto iba a ser lo mío, y así es. Un día dije que iba a hacer de mi vida un sueño, y en ello estoy. Todo esto es perfecto, todas las asignaturas me gustan, los compañeros son magníficos. ¿Qué decir de ellos?
Han tenido una buenísima acogida. Hemos hecho piña algunas chicas ya.
Se podría decir que estoy feliz. Sí, así es, soy feliz.
Espero no cambiar en unos meses de opinión, algo me dice que mi felicidad seguirá presente.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Septiembre.

Septiembre. Ese mes que nos indica la vuelta a la rutina.
Se acabó el verano y con ello el disfrutar de los días, las horas, la gente, la playa, las fiestas...
Sí, ahora podremos seguir haciéndolo, pero no es lo mismo.
Este año nos decían será el mejor de vuestras vidas, debéis aprovecharlo al máximo, y creo que todos lo hemos hecho de una manera especial.
Sabíamos que estábamos condenados a separarnos para forjar nuestro futuro. Ahora ya nada es igual. Los que tenemos suerte nos quedamos en casa rodeados de los nuestros, pero alguno se nos va a otra comunidad autónoma.
Sin duda te echaré de menos.
Y ahora me pongo a pensar, ¿qué ha sido para mí este verano? Ha sido un verano de reencuentros, nuevas amistades, nuevos amores, nuevas ilusiones, sensaciones... ha sido sin duda distinto a todos cuantos he vivido antes.
No sé por qué razón ha sido. Puede que por las ganas de empezar la Uni. Es una sensación nueva, es una ilusión, no sé, ansias tal vez, difícil de explicar.
Puede ser porque a partir de ahora nada será igual, no estaremos todos juntos, no nos veremos a diario.
Yo creo que ha sido por la gente que he conocido. Mis niñas,fantásticas, que me cuidan y me miman igual que yo a ellas.
He reencontrado a una amiga muy especial. Me encanta cuidarla.
Y ellos, mis amigos de toda la vida, con los que puedo contar aunque pasen años sin verles... me han hecho ser feliz después de pasar mucho tiempo sin serlo.
Gracias por hacerme sentir así.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Las cosas buenas...

Hay una canción que dice: “(…)agradezco al tiempo que me ha demostrado que las cosas buenas llegan en cualquier momento(…)”

Y así es. Cada día la vida me sorprende regalándome momentos maravillosos con gente que merece la pena.

Nunca llegaría a pensar que personas que conocí como quien dice hace tres días iban a convertirse en gente tan especial para mí.

Son amigos míos ya, a pesar de los pocos momentos que hemos vivido. Sin apenas conocerles sentí la confianza necesaria para pedirles consejo en temas difíciles y poco agradables y ellos sin pedir nada a cambio me ayudaron en todo lo que pudieron. Me regalaron su confianza, me dedicaron la mejor de sus sonrisas y me dieron el abrazo más sentido y sincero en cada momento que lo necesité sin apenas haber pasado tiempo desde la primera vez que los vi.

Gente como esta, que valora la amistad, la confianza y la sinceridad por encima de cualquier materialismo, que sabes que va a estar ahí, igual que tú para ellos por supuesto, es la que de verdad hace a uno sentir la alegría de vivir. La que te enseña a ser mejor persona cada día, la que te hace sonreír cuando piensas en ellos… y eso es lo que de verdad merece la pena.

Esta es la razón por la que merece la pena vivir y por la que saco una sonrisa en los m omentos difíciles, porque los tengo a ellos. A los nuevos amigos que me trae el verano, a las amistades que ya tenía hechas anteriormente. ¿Cómo olvidarme de mis niñas? Las que han estado ahí desde los 3 años y las que seguirán estando, y mi niña, mi alma gemela, mi mitad, la que sólo lleva conmigo 2 años pero que me ha desmostrado tanto como si llevásemos una vida juntas.

No me puedo quejar. Podría decirse que soy afortunada de estar rodeada de gente tan buena.

Os quiero.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

18 años.

Quizás muchas personas digan que con 18 años somos unos niños. Puede que en parte tengan razón. Hay gente que con 18 años actúa igual que con 3 años, entonces, ¿Por qué tantas ganas de la mayoría de edad si no sabéis utilizarla? Se supone que los 18 años es el punto en el que tenemos la madurez suficiente para actuar como un adulto, de ahí que sea “mayoría de edad”.
Yo tengo 18 años, y creo que los estoy utilizando como se debe. No sé, todos esperamos los 18 años, y cuando los tienes te das cuenta de que sólo sirven para tener más responsabilidades. Quizás seguimos haciendo tonterías porque no queremos dejar de ser pequeños, pero hay que saber actuar en cada momento.
Estás en un punto en que debes ser consecuente con lo que haces, ahora más que nunca. ¿De qué te sirve sacar el carné de coche si no tienes cabeza para cumplir con la responsabilidad que conlleva? Está muy bien sacar el carné, pero siempre y cuando cumplas con las normas de circulación y no hagas el cafre poniendo en peligro tu vida y la de los demás. Ahí es donde se ve la madurez de cada persona. Todos podemos cometer errores, y todos lo hacemos durante toda nuestra vida, pero con 18 años o más los errores disminuyen y no causan la misma repercusión que siendo menor de edad.
Ahora puedes ir a la cárcel, dependes de ti mismo, mamá y papá no van a estar tan encima de ti puesto que eres adulto.
Yo no puedo decir que soy la más responsable del mundo, porque no lo soy, pero creo que actúo en base a unos valores que se me han inculcado y que actúo, por lo menos con un mínimo, de responsabilidad y madurez. Sigo haciendo el tonto por supuesto, y me gusta más la fiesta que a un tonto un lápiz como se suele decir por mi tierra, pero también soy consecuente con lo que hago, sé que ahora mi futuro depende de mí y de nadie más y que tengo que empezar a poner los cimientos de una casa que espero acabar en cuatro añitos. Sólo así sé que estaré orgullosa de mí misma y podré decir que actué con la cabeza en su sitio.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Gracias.

Quizás las pobres palabras de esta “niña” de 18 años no sean las más adecuadas, quizás no sirvan de nada o no tengan sentido.

Sólo las plasmo en este blog y este espacio para expresarme. Todo esto comenzó por animar a una amiga a escribir debido a que, bajo mi criterio, escribe bien. Yo siempre escribí mis textos y mis tonterías y las dejaba en la memoria del portátil, sin enseñárselas a nadie. Poco a poco estas cosas se van descubriendo, algún poema que se hizo público, algunos textos que enseñaba a personas que me inspiraban confianza y me dijeron que se me daba bien esto y yo nunca lo creí, pero ahora que sigo escribiendo y seguís leyendo, no sé, me anima a hacer esto y a expresarme como soy yo, porque así soy y pienso.

Quizás para vosotros todo esto no signifique nada y lo tengáis por pasatiempo o me decís esas cosas para animarme, pero espero que por un segundo os olvidéis de todos los problemas que tenéis leyendo mi blog, sacaros alguna sonrisa o haceros disfrutar con mis palabras. Sólo así esto tiene sentido.

Gracias por seguir ahí.