Los conocí, tuvimos buen feeling, nos juntamos siempre, hablamos de todo, compartimos secretos, vivencias, anécdotas graciosas e historias duras...
Es increíble el cariño que se coge en tan poco tiempo a las personas, pero con gente como ellos no es nada difícil, la verdad.
No pensé encontrarme con gente en la facultad, y menos el primer año, tan buena como ellos, tan simpática, cariñosa, sincera, madura...
Hacen el día a día mejor, hacen que me levante todos los días con una sonrisa por saber que los voy a ver, si no los veo les echo de menos.
Creo que nunca tuve ganas de que el curso durase todo el año. Me falta algo si no voy a clase y los veo, no sé.
Los quiero.
Dicen que nada es para siempre, yo quiero hacer la prueba y romper esa regla.
Que no me los cambien por nada del mundo.
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