Seguidores

miércoles, 13 de octubre de 2010

Vuelvo a las andadas.

Por mucho que quiera cambiar mi cabeza, no puedo.
Sigo siendo la misma. No puedo forzarme a madurar completamente a los 18 años.
Me gusta la fiesta, desfaso como nunca (malos hábitos que tengo que dejar o no debo empezar, con una vez es suficiente...), me distraigo fácilmente en clase, me encanta la comedia, hablo en clase y a veces pierdo el hilo, me sigo juntando a los "gamberretes" de clase para armar jolgorio...
Tengo asumido que todo esto depende de mí. Ahora más que nunca me estoy jugando mi futuro, me defrauda a mí misma el no poder cambiar en estos aspectos, me fastidia pensar que puedo fastidiar mi sueño por tonterías de ese calibre, pero también me paro a pensar que es normal que a estas edades piense en pasarlo bien.
Habrá que plantearse dejar un poquito esos hábitos y centrarse un poco más en lo verdaderamente importante.
Pero es que no entiendo porqué en ciertas clases mi atención se sienta 100% en la profesora, cojo todos los apuntes que da y me felicitan por mi actitud, y sin embargo en otras clases me evado completamente.
En fin... hay cosas que nunca cambian, pero espero remediar esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario