El fin y los medios.

¿El fin justifica los medios?

Según Nicolás Maquiavelo, tal y como refleja en su obra sobre política "El príncipe", el fin justifica los medios. En ella refleja su idea de que los gobernantes han de estar por encima de la ética y la moral para poder llegar al objetivo marcado.

Ahora yo me pregunto, ¿Es lícito el pensamiento de Maquiavelo?

En mi opinión no. No puede pisarse o destrozar a una persona por llegar a conseguir tus aspiraciones.

Pongámonos en situación. Los políticos hacen guerras contra otros países para demostrar ser mejores. ¿Y por el camino qué? Por el camino quedan cientos de miles de personas que pierden la vida defendiendo su país y la avaricia del político que crea el conflicto. Si tanto les importa ser mejores unos que otros, ¿por qué no van ellos y se enfrentan frente a frente? Así verdaderamente mostrarían su valía y su fuerza.

Otro ejemplo es tan real como la vida misma. La gente de a pie es capaz de las peores cosas por envidia o codicia.

"La vida es un teatro de malos actores". Y esto es así. Son capaces de hacerse pasar por la mejor persona que tienes a tu lado, descubrir tus secretos, tergiversar tus palabras y destrozarte tan sólo por parecer mejor que tú o para romper amistades o relaciones tan solo por la envidia que les produce no tener tanta atención.

Esto no es justo para la gente que sufre los daños. No hace falta pisar a nadie para conseguir tus objetivos, puesto que debes luchar por ellos y debe primar el juego limpio, la competición sana y la ayuda entre compañeros. Prefiero renunciar a algo material que perder a alguien a quien quiero.

El fin no justifica los medios en mi opinión. Si no la moral y la ética dejaría de existir, los valores de las personas desaparecerían, por lo que la vida sería un ir y venir de malas acciones de unas personas con otras.

Antes de actuar pensemos en la repercusión que tendrán nuestras acciones y en el daño que podemos hacer y en que pasaría si la acción fuese al revés si nos gustaría el sufrimiento causado.

No hagas lo que no quieras que te hagan.

La felicidad.

Nos pasamos una vida entera buscando la felicidad, sin darnos cuenta que está en la pequeñas cosas que vivimos día a día.

Quizá parezca una tontería, pero una mirada o una sonrisa pueden transmitir la cosa más bonita del mundo. Cuando regalas una sonrisa y te contestan de la misma manera es el mayor regalo que puede hacerte la vida.

Es símbolo de complicidad, cariño, amistad...

Una mirada puede ser el mayor símbolo de amor que pueden darte. Una mirada, con ojos brillantes, con esa manera especial de mirar que hasta te pone nerviosa... es una sensación preciosa que no se paga con nada.

Busquemos la felicidad que tanto ansiamos en las pequeñas cosas que la vida nos regala día a día. No pensemos sólo en el dinero o en ser mejores que nadie, está bien tener aspiraciones, pero pensemos en la gente que tenemos a nuestro lado y que nos regalan cada día lo más bonito a lo que podemos aspirar en este vida, amor o amistad, cariño, ese abrazo que te tranquiliza, esa sonrisa o ese juego de miradas que te pone tan nerviosa, la compañía de las mejores personas, la conversación más tonta pero que a la vez puede ser la más enriquecedora que podíamos tener...

¡Qué bien sienta tener todo eso!

Libros.

La lectura es una forma de vida. Leer cultiva tu mente, te hace viajar en el tiempo, hacia otros lugares, con gente distinta, y tan sólo en unos segundos.

Leer es uno de los mejores vicios que alguien puede adquirir. La lectura te hace volar, sumergirte en nuevas historias que vives como si realmente tú fueses el personaje protagonista.

¿Quién no ha soñado ser Julieta y tener un Romeo? ¿O ser Cenicienta y tener un príncipe azul?

¿Quién no se ha sentido triste leyendo "El diario de Ana Frank"?

Todos ellos poseen las misma virtudes, cultivar nuestra mente, hacernos volar sin salir de casa, hacernos vivir nuevas sensaciones que antes desconocíamos... y es que leer es una forma de vida que todos deberíamos adoptar.

Aprendemos con los libros, nos ayudan a madurar, sacan el niño que llevamos dentro...

¡Cada libro un nuevo mundo, una nueva historia que vivir!

Ángel.

¿Alguna vez habéis oído la expresión "ángel caído del cielo"?

Yo nunca creí en esas cosas, pero el tiempo da la razón a quien la tiene, y en este caso yo no la tenía.

Yo he descubierto un ángel, que me cuida, me apoya, me ayuda, me da consejos, me anima, es sincera conmigo... ¿qué más puedo decir? Que es perfecta.

Que es de las mejores personas que encontré en mi vida, que ahora mismo no sé qué sería de mí si ella no hubiese aparecido en mi vida. Y esque ella es tan importante para mí...

Me ha tendido su mano cuando más lo necesitaba, me ha ayudado a salir del pozo en el que estaba, me dio los abrazos más sinceros que pudo, me sacó una sonrisa aún cuando menos ganas tenía...

Agradezco al tiempo que me haya demostrado que las cosas buenas aparecen en cualquier momento, porque ella apareció así en mi vida, de repente, y sin pensarlo hoy estoy aquí dedicándole esto.

Y aunque a veces, como hoy, me apetezca matarla por hacer cosas que no debe (aunque diga que le apetece), siempre que oigo su nombre me sale una amplia sonrisa, su persona emana felicidad, sinceridad, bondad, confianza, disposición, generosidad... y sí, la adoro. Sus palabras son fuente de inspiración, su trabajo fuente de aprendizaje, su persona ejemplo a seguir, cuando yo digo que es un ángel...

Nadie se había mojado nunca tanto por mí, que las cosas que ella hizo y sigue haciendo por mí, nunca las olvidaré igual que nunca la olvidaré a ella. Que te voy a tener en cuenta siempre, y lo sabes, porque te adoro.

Espero a lo largo de mi vida compensarte todo esto, porque es muy grande lo que has hecho por mí.

Me encargaré de que nunca pierdas la sonrisa tan bonita que tienes. Espero algún día ser la mitad de buena y perfecta que tú eres, aunque está difícil.

Cuando conozcáis a una persona así veréis que los ángeles vienen del cielo a nuestras vidas por alguna razón, y ella apareció en la mía sin yo saberlo.

Gracias por todo una vez más.

Reflexión.

Unos días de reflexión a nadie le vienen mal.

Tras un largo período de estrés, agobio, ansiedad, esos estados que alteran tu ánimo, tu mente y tu cuerpo siempre necesitamos unos días de relax, y qué mayor oportunidad de descansar que irte al campo.

Naturaleza pura, aire limpio, el ruido del río, los pájaros piando... ¡qué magia!

Poder tirarte en el césped, mirar las nubes pasar, y dejar la mente en blanco. Pensar en aquello que de verdad importa, apartar de tu mente lo malo, lo que sobra y centrarte en lo realmente importante.

Eso no se paga con nada.

Me voy a tomar 4 días de reflexión y descanso total. Voy a centrarme en aquello que de verdad importa y apartar todo lo que sobra y me hace daño.

No merece la pena ocupar tu mente con cosas que te hacen daño puesto que alteran tu estado anímico, tus pensamientos...te van matando por dentro, y aunque al principio tú pienses que son cosas sin importancia, al final te destrozan.

Por eso, dejemos la mente en blanco, no pensemos en nada, pongamos música clásica que siempre es bonita escucharla y liberémonos de las molestas cargas que nos van anulando día a día.

El niño que llevamos dentro.

Poco a poco van pasando los años, te vas haciendo mayor y tus hábitos y gustos van cambiando.
Dejas de jugar a papás y mamás para serlo de verdad, dejas de jugar a ser profe y tener alumnos o jugar a los médicos para ejercerlo como profesión.
Te centras en tu trabajo, en tu pareja. Tienes que llevar una casa o una familia, tus responsabilidades crecen, maduras y tu cabeza ya no piensa en tonterías. Te centras en luchar por un futuro, por el tuyo y por el de tus hijos.
Y por mucho que pasen los años, todos seguimos soñando con ser princesas y tener príncipes azules para casarnos y ser felices.
Todos disfrutamos de vez en cuando con perder por un momento todas las ataduras, todas las responsabilidades de mayores y liberarnos como los niños, rebozándonos por el barro, saltando en los charcos, jugar al escondite o haciendo las típicas tonterías de niños de cinco años. Porque por mucho que crezcamos nunca perdemos el niño que llevamos dentro.
Y esto es lo que en algún momento de nuestra vida nos hace ser felices, perder toda la carga y el estrés que nos acompaña día a día en la rutina que nos ahoga. Escaparnos y olvidarnos por un momento de la realidad.
No dejamos de ser maduros por ir por la calle un día de lluvia, cerrar el paragüas y empaparte, saltar por los charcos, dejamos por un instante de ser adultos, y volvemos a la niñez donde éramos libres, donde no importaban las manchas, las mojaduras o las tonterías que hacíamos, donde la vergüenza no era un problema.
Gracias a eso los agobios desaparecen y nos evadimos de la realidad que nos oprime y nos envuelve en un rutina que nos agota.

Francia: un país, una cultura, una pasión...

Francia. ¿Qué tiene que no tenga ningún país más?

Tiene monumentos que te abruman con su belleza, tiene paisajes especiales que te envuelven y parece que estás soñando...

Está París, con la maravillosa Tour Eiffel, con el magnífico Louvre, con impresionantes edificios como Les Invalides, Le Sacré-Coeur. Están los Jardines de Luxemburgo, los paseos románticos por las aguas del Sena. Cuando cae la noche la ciudad se ilumina y te envuelve su belleza, si vas querrás quedarte a vivir allí. Es la ciudad de los enamorados, y la ciudad que enamora.

Está Versailles con sus jardines.

Están les châteaux que se reparten por todo el país.

Está Niza con sus lujos, su puerto...

Están sus islas, Nouvelle Caledonie, las once islas que encontramos en lLa Polinesia (Bora Bora, Maupiti...), Córcega, Cerdeña...

Francia tiene también pequeños pueblos maravillosos, donde las casas, las calles, las tiendas, son preciosos y te encandilan. Donde el tiempo parece haberse detenido y piensas que estás paseando por la Francia medieval.

Francia cuenta con la lengua más literaria y poética (a mi parecer) del mundo. La manera de pronunciar, la entonación, sus tres acentos, las ligaduras de las vocales, las liaisons, la diversidad de vocales... todo eso que le da un atractivo característico.

A todos nos enamora la France et sa langue, y más cuando te lo enseñan con ese ímpetu especial que te da ganas de querer saber más.

Yo nunca me lo había planteado, pero sé que no me voy a arrepentir y que estoy completamente decidida, y tomando la decisión correcta.

Ese país que me enamoró, por su cultura, sus paisajes, sus ciudades, su lengua... será un día mi casa. Su lengua es mi futuro y quiero empaparme con sus costumbres.

Pero más me enamoró su lengua cuando comencé a aprenderla de verdad. Estos dos años me han servido para muchas cosas. He aprendido de verdad el francés, me he interesado muchísimo más por él, y me ha cautivado. Esa lengua es especial y quiero aprenderla a fondo.

En pocos meses comenzaré a vivir mi sueño, porque aunque haya estado equivocada mucho tiempo sobre mi futuro sé que ahora estoy en lo correcto, que este es mi sueño y quiero vivirlo al máximo...

Merci beaucoup pour faire de ce pays mon rêve, de sa culture ma passion et de sa langue ma future et ma vie.

Je sais que cette personne spéciale sait que c'est elle à qui ces mots sont dédiés. Merci beaucoup par tout ce que tu as fait par moi

C'est toi qui m'a ouvert les yeux. MERCI BEAUCOUP!.

Sueños.

"La vida es sueño, y los sueños sueños son" decía Calderón de la Barca en una de sus más importantes obras de teatro.
Te pasas una vida entera soñando tener lo mejor, conseguir tus metas, aspirar a algo grande.
Yo ahora tengo todo lo que siempre soñé. Tengo a las mejores personas que jamás pensé conocer a mi lado, me he superado a mi misma gracias al apoyo de las personas más especiales del mundo, aspiro a tener un gran futuro como profesora y espero saber cumplir con mi cometido.
Descartes, en el proceso para llegar al conocimiento establece la duda metódica. Él entiende por dudar suspender en juicio aquello que no aparece al intelecto como claro y distinto. Para el claridad y distinción son criterios de certeza.
En ese proceso una de sus dudas es la dificultad de la distinción entre la vigilia y el sueño. Él afirmaba haber sentido cosas en sueños y al despertar todo había desaparecido. Afirmaba :"los sueños amenazan mis certezas".
Ahora dudo yo también. ¿Es posible tener todo lo que siempre soñaste? ¿Estoy despierta o estoy soñando?
Yo creo que la vida me ha dado lo que siempre soñé, y puede que no me lo merezca,y lo sé, pero ahora viviré la vida a tope, compartiéndola con aquellos a los que de verdad quiero y me quieren.
Gracias.

Futuro...

Futuro... ¿qué nos depara?
Te pasas una vida entera soñando con tu futuro. Desde que eres niño comienzan a preguntarte "¿qué quieres ser de mayor?" y casi todos decíamos "yo astronauta", "yo piloto de coches", luego están los niños más soñadores, "yo vaquero", "yo princesa".
Todo esto ya desde la temprana infancia, y luego ¿para qué? Vas creciendo,y te das cuenta que lo de astronauta, piloto, princesa... todas esas cosas no son en realidad tu futuro. Entonces llega la hora de decidir más en serio. Todos pensamos qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas. A los 16 años prácticamente ya tienes que estar decidido.
Te pasas años pensando en tu vocación, lo tienes decidido, y a la hora de la verdad tu vida da un giro de 360º por diversas circunstancias, no da la media, prefieres otra cosa, ves arriesgada esa carrera...
Y surge una nueva opción. Tomarla como una segunda opción o como un pasatiempo es el peor error que puede cometerse. Nunca se sabe lo que puede pasar, por eso no tienes que hacer de la vida tu sueño, si no hacer un sueño de tu vida.
Esa nueva opción que has elegido, a pesar de no ser lo que querías desde siempre, puede ser lo mejor que te pase en la vida. Tan sólo aprovechándola podrás saber que es así.
Y ahora el futuro ha decidido por mí.
Profesor, ¿hay mejor oficio? yo creo que no. Poder ver la sonrisa de satisfacción de los más estudiosos con sus dieces, o ver la satisfacción que les produce a los menos trabajadores acabar sacando el curso no se paga con nada.
Un profesor no es aquel que da muchos temas en clase. Es aquel que siente la vocación, que transmite mucho más que un simple tema de biología o de lengua. Es aquel que sabe sacar lo mejor de cada alumno, que enseña y educa en función de la vida. Que te hace madurar personal y culturalmente. Que te enseña que los errores pueden redimirse si uno quiere, que te enseña que en la vida hay más cosas, que no sólo es una opción, que te apoya aún en los fracasos más grandes y te enseña a salir y superarte. Eso es un profesor, y por suerte yo lo he tenido.
Yo espero saber cumplir mi cometido, saber transmitir todo eso que me han transmitido a mí.

Errores...

No para de sonar en mi cabeza esa frase: "todos nos equivocamos alguna vez, pero sólo unos pocos saben rectificar, y eso te honra".
Hay muchas clases de errores. Errores que pueden redimirse, errores que no tienen solución, y errores de los que sacar alguna lección.
Los errores que pueden redimirse tan solo se perdonan si el que los comete sabe rectificar, pedir perdón. Perdón, junto con te quiero, es la palabra más difícil de decir y sentir. No sé porque cuesta tanto decirlo... tal vez sea el orgullo, tal vez la falta de valor, pero creo que todos, y el que diga lo contrario miente, alguna vez hemos tenido que pedir perdón. Solo es un perdón verdadero si l que lo pide lo siente, sino es una de las peores cosas que puede hacer un ser humano, no sólo para la sociedad, si no para él, mentirse a sí mismo creyendo que engaña a los demás y tan solo se engaña a él mismo que no aprende nada del error cometido.
Están los errores que no tienen solución, lo hecho está hecho. Aunque soy de las que opina que todos los errores, sean más o menos grandes, tienen solución, tan solo hay que buscarla.
Platón decía que el Bien hacía que , sin nosotros darnos cuenta, obrásemos bien, sin equivocarnos. Pero que sólo estaba disponible para aquellos que lo buscaban.
Y por último los errores que aportan enseñanza. De todos aprendemos algo, pero son éstos los que nos hacen reflexionar verdaderamente.
El actuar sin pensar en las consecuencias conlleva a cometer muchos errores. Una vez puede salir bien, dos es probable pero tres imposible.
El precipitarse en tomar una decisión nos lleva a equivocarnos y puede perjudicarnos, no solo en el presente, si no condicionar nuestros futuro.
Errores... ¡qué palabra! y ¡cuánto trasfondo!...
Errores, aprendamos de ellos!

Aprendiendo una vez más...

Una vez, alguien me dijo : “¡recuerda que gran parte de lo que nos sale bien en la vida depende de la seguridad en nosotros mismos!”.

Y puede que tenga razón, necesito estar segura de mi misma para superar los obtáculos que la vida me presenta, para crecer como persona y para sentirme orgullosa de mi misma.

Hoy aprendí una valiosa lección gracias a esa persona. Quizás en este momento, ya sea movida por los nervios, la tensión o lo que sea, no soy capaz de estar segura de mi misma. Es un miedo que me recorre el cuerpo y me pone nerviosa. Siento que nada de lo que he hecho hasta ahora (es decir, las horas de estudio dedicadas a la PAU) ha servido de nada. Siento que no sé nada, y cuanto más estudio menos me sé. Quizá mi cerebro se haya bloqueado por la tensión, o quizá simplemente necesite un descanso.

Pero lo que sé, es que no podré borrar de mi cabeza esas palabras de esa persona especial. Gracias por enseñarme, una vez más, a valorarme y luchar.

Anaís